My life (I): Historia de una onda

   En un principio este cuadro fue titulado “Mi vida”. Me consta que su desarrollo y colorido han sido aplaudidos por gran parte del público, pero había casos donde el tema era criticado como “cándido y dulzón” siendo el título el origen de esta sugestión. Comprendí que toda la lírica conceptual que encierra el trabajo se desvanecía al identificar el foco principal con mi propia persona. Y nada más lejos. “Mi vida” tiene un trato más genérico, no es mi vida sino la de cualquier persona en general cuya dinámica viene sintetizada por unas ondas.

   Una de las cualidades que definen la humanidad es la capacidad de soñar o anhelar, que por encima de su inteligencia, cautiva tan placenteramente la mente que nos induce a empuñar la esperanza como el instrumento custodio de nuestros deseos. En el cuadro, el escenario onírico que rodea a la figura representa esta faceta de la naturaleza humana, nuestros sueños, impulsos invisibles que conforman un carácter y canaliza su comportamiento, y aunque la realidad nos cerca y acecha, aunque la realidad marca los verdaderos límites de nuestras ilusiones, al igual que una onda, tratan de abrirse camino en la inmensidad. He aquí la más bella obra de Arte realizada por la Naturaleza, otorgar existencia a un ser que consciente de que tanto su vida como sus ilusiones acabarán diluyéndose en el tiempo, vive y obra como si fuera eterna.